2. Kinkaku-ji o Pavellón de Oro, Kyoto
Este templo zen budista también es uno de los más bellos del
país. Y como tal, atrae a miles de visitantes cada año. El templo fue
construido sobre la tumba de Ashikaga Yoshimitsu, gobernante
‘shogun’ del siglo XIV, en 1397. El pabellón fue creado para albergar
reliquias de Buda. Los dos pisos superiores del edificio están
recubiertos de pan de oro, dando así nombre al pavellón
3. Shinkansen, el tren de alta velocidad
Pero no solo de templos e historia va la cosa. Ningún viaje a
Japón está completo sin tomar el tren bala japonés. El
Shinkansen puede alcanzar una velocidad máxima de 300 kph.
Cualquier choque sería una catástrofe, por lo que no circula sin
cruces ni con otros trenes, ni con carreteras.
4. Monte Fuji
Con 3.776 metros de altura, es la montaña más alta del país y
uno de sus principales símbolos. Su excepcional cima, en forma
de cono simétrico, se presta a las fotografías. Y es que el Monte
Fuji es un volcán en activo, aunque no entra en erupción desde
1707.
5. Ramen
Muchos turistas familiarizados con Japón están de acuerdo en
que su cocina local es una de las mejores del mundo. Pero
además del sushi, popular en muchísimos países, también está
delicioso el ramen. Un plato de fideos a la japonesa, aunque
heredado de China, que es una verdadera maravilla.