Nicolás Polo y Mafeo Polo visitan al Gran Khan, quien les encomienda traer 100 sabios cristianos, pero no pueden completar la misión porque el papa había fallecido. Más tarde, cuando hay un nuevo papa, este les otorga dos emisarios que no llegan debido a una guerra. Marco Polo pasa 17 años más como embajador de una provincia y al regresar a Venecia en 1292 es encarcelado, donde cuenta sus historias a Rustichello de Pisa en 1298.