5. A continuación se encontró con el viento. También ayudó a éste a solucionar
su problema.
6. Cuando Medio Pollito llegó a Madrid, fue llevado por el cocinero
real hasta
Palacio. Allí el agua y el fuego salvaron a Medio Pollito de ser
cocinado.
7. Finalmente, el viento llevó a Medio Pollito a un lugar desde el que podría ver
toda la ciudad. Medio Pollito decidió quedarse a vivir allí para siempre.