Mesopotamia era una región ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates en el Oriente Próximo, que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y el noreste de Siria. La civilización mesopotámica se desarrolló en esta región fértil entre los ríos, donde se utilizaron materiales como ladrillos, paja y arcilla para construir asentamientos.