La tortuga lenta se describe a sí misma, indicando que se esconde en su caparazón y consume plantas. Mide entre 25 y 30 centímetros y su caparazón es casi negro, habitando ríos y pantanos. Existen muchas especies de tortugas herbívoras como ella, que dependen de las plantas para alimentarse y sobrevivir, por lo que pide no contaminarlas.