Este poema rinde homenaje a las madres y su gran amor y sacrificio. Agradece a Dios por el regalo de tener una madre que cuida con devoción, velando noches enteras y trabajando duro para brindar dicha a sus hijos a pesar de los sufrimientos. El poema celebra la dicha de tener una madre cuyos besos ayudan a dormir y despertar.