El metal y otros estilos musicales extremos tienen un efecto calmante similar a un abrazo, según un estudio de la Universidad de Queensland. El estudio, que analizó las reacciones de 39 aficionados al metal entre 18 y 34 años, encontró que esta música ayuda a procesar la ira y regular la tristeza, y que los niveles de estrés y hostilidad de los participantes se redujeron después de escuchar canciones de metal.