La economía mundial se está desacelerando debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como a la incertidumbre sobre el Brexit. A pesar de esto, se espera que el crecimiento global siga siendo positivo en 2019 aunque más lento que en años anteriores. La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo han indicado que podrían tomar medidas de estímulo adicionales si la desaceleración empeora.