Un hombre negro le pide a su esposa que consiga disfraces para una fiesta. Ella trae primero un disfraz de Superman y luego uno de Batman, pero el hombre se queja de que nunca ha habido un superhéroe negro. Su esposa, molesta, le deja objetos para tres opciones de disfraz: botones para ser un dominó, una correa para ser una galleta Oreo o meterse un palo para ser una paleta de chocolate.