2. Una tarde, después del almuerzo, los
niños entraron al salón y comenzaron a
coger libros. Yo no había dado ninguna
orientación para realizar ninguna tarea.
Poco a poco, se fueron agrupando en
torno a los libros y leyéndolos entre
varios. Yo seguía sin decir nada. Me limité
a mirarlos, admirada, y decidí tomar estas
fotografías. Fue un momento muy
especial .