El documento hace una serie de afirmaciones irónicas sobre por qué no debería visitarse Tijuana, México, enumerando en realidad varias razones positivas para visitarla como sus playas, acantilados, desarrollos inmobiliarios, gastronomía famosa, oportunidades de empleo, sector médico, áreas naturales cercanas, cultura, universidades y vecindad con Estados Unidos, concluyendo que el autor teme que al visitarla la persona se quiera quedar debido a sus atractivos.