Este poema honra al padre del autor como su soberano en el hogar, cuya corona de cabello cano simboliza su sabiduría y experiencia de vida. A pesar de haber sufrido proscripción y tristeza que le causaron una herida incurable en el alma, el padre ha mantenido la fe y virtud con la que educó al autor desde la infancia, sirviendo como un ejemplo de firmeza y constancia a pesar de las dificultades de la vida.