Nuestro cuerpo es como una marioneta controlada por nuestra mente y nuestros sentidos. La mente manda señales a través del sistema nervioso que hacen que los músculos se contraigan y relajen para mover el cuerpo. Los sentidos como la vista, el oído y el tacto nos proveen información sobre el mundo exterior que la mente procesa para controlar nuestros movimientos.