La oración reflexiva es aquella en la que el sujeto realiza y recibe la acción. Se dan ejemplos como "El criminal se arrepintió" y "Mi hermano se peina", donde el sujeto es quien ejecuta y recibe la acción. También se explica que la oración reflexiva puede darse cuando la acción de varios sujetos recae sobre sí mismos, como en "El árbitro y el futbolista se pelearon" y "Los niños se pelearon".