Este comercial no tiene elementos tradicionales como mujeres en bikini o familias felices. En su lugar, promueve un producto que la gente ama pero no siempre recibe: la paz. Al no incluir marcas o celebridades, el mensaje puede ser entendido por todos. Anima a la gente a usar un poco de la paz que tienen para mejorar sus interacciones cotidianas hasta que algún día tal vez nadie más necesite hacer propaganda para vender la paz.