Dos niñas llamadas Claudia y Leah conocieron a una niña llamada Ana en un concurso de pintura. Ana tenía síndrome de Down y le costaba dibujar debido a los nervios, pero ganó el concurso gracias a su esfuerzo. Desde entonces, Claudia, Leah y Ana se hicieron amigas inseparables, aprendiendo que con trabajo duro se puede lograr cualquier cosa y que a pesar de las diferencias, todos somos iguales.