Grupos de piratas informáticos están operando como empresas legítimas, ofreciendo sus servicios de hacking a gobiernos y empresas. Estos grupos de "hackers éticos" dicen que pueden ayudar a encontrar vulnerabilidades de seguridad antes de que los piratas informáticos maliciosos las exploten, pero sus críticos argumentan que sus actividades siguen siendo ilegales y arriesgadas.