El documento discute la ley aprobada en Bélgica que permite multar e incluso encarcelar a personas por comentarios o proposiciones sexuales en la calle. También menciona que en España se quiere prohibir los piropos o cumplidos dirigidos a mujeres. El autor argumenta que los piropos son una forma de galantería y que las mujeres disfrutan recibir atención por su apariencia.