El poema habla sobre un gato llamado Serafin que tenía un pelaje muy largo. Un día, vino de visita una amiga de la dueña que era muy pequeña de estatura. Al entrar en la casa con las uñas afiladas, cayó encima de Serafin en el regazo de su dueña, dejándolo como una bola de pelos por el susto y el dolor.