Las mujeres tienden a vivir más que los hombres debido a factores biológicos y de estilo de vida. Las mujeres tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y accidentes, y tienden a adoptar hábitos más saludables como no fumar o beber en exceso. Los hombres también están más expuestos a riesgos laborales y de comportamiento que acortan su esperanza de vida.