Este documento es una carta dirigida a los nietos del autor, dándoles consejos y buenos deseos para su primer día de clases. Les desea que aprendan a ser solidarios, a escoger amigos por sus acciones en lugar de por apariencias, y a defender sus convicciones a pesar de la adversidad. También les pide que usen colores brillantes al dibujar para recordar la belleza de la naturaleza y no caer en los grises que recuerdan al hierro y cemento.