El documento compara la sensación de jugar en el Celtic Park para un equipo visitante con la sensación de ir al dentista, ya que en ambos casos hay un momento de incertidumbre e inicial vulnerabilidad. Aunque se confía en el profesional, el paciente se siente incómodo. Jugar contra el Celtic de Glasgow en su estadio es una experiencia litúrgica que remite a la mejor historia y ambiente del fútbol británico, aunque últimamente al Barcelona no le ha gustado enfrentarse a este equipo.