El documento discute las causas de la pobreza y la riqueza entre países. Argumenta que la diferencia no radica en la antigüedad, recursos naturales o inteligencia de las personas, sino en la actitud de las personas. Los países ricos tienen poblaciones que generalmente siguen reglas como la ética, el orden, la integridad y el trabajo duro. Los países pobres carecen de esta actitud y cultura de trabajo.