El documento habla sobre Leopold von Ranke, un historiador alemán conocido como el fundador del positivismo histórico. Ranke creía que los historiadores deben ceñirse estrictamente a los hechos históricos tal como se desprenden de los documentos primarios, sin introducir interpretaciones subjetivas. Fue criticado por otros historiadores por ignorar factores económicos y sociales, a lo que Ranke respondió que los documentos hablan por sí mismos.