La seguridad informática protege los activos informáticos como la infraestructura computacional y la información almacenada. Su objetivo es asegurar que los equipos funcionen correctamente y anticiparse a amenazas internas y externas como fallas, robos, incendios o desastres naturales. También diseña normas y métodos para conseguir sistemas de información seguros y confiables que protejan contra virus, amenazas a la red y factores no informáticos que puedan afectar los datos.