Un disco rígido almacena información de forma permanente en un equipo informático utilizando un sistema de grabación magnética. Contiene platos giratorios sobre los cuales se sitúan cabezales que leen o escriben impulsos magnéticos en las pistas de los platos. Los discos rígidos varían en capacidad desde 40 GB hasta 5 TB y utilizan conexiones como SATA, IDE o SCSI para comunicarse con la placa base.