Este poema ofrece consejos y palabras de consuelo para un ser querido en caso de que el autor muera antes. Aconseja llorar si es necesario pero no enojarse con Dios, reír si es posible, y defender al autor si otros lo critican pero corregir exageraciones en su elogio. También pide orar por el autor y hablarle a Dios, con la esperanza de poder seguir siendo útil desde el cielo.