El autor, Jorge Luis Borges, expresa que a pesar de su edad avanzada, sus propósitos, ilusiones y aspiraciones siguen siendo los mismos que cuando era joven. Valora los afectos de sus seres queridos por encima de los bienes materiales y se esfuerza por cuidar sus relaciones. Mantiene la esperanza de envejecer rodeado del cariño de los demás.