Sebastián, un estudiante comprometido, comienza a pasar demasiado tiempo jugando al videojuego JXP de guerra y crímenes, descuidando sus estudios, vida familiar y social. El juego se convierte en una adicción para Sebastián, lo que genera conflictos y hace que sus padres busquen una solución desesperadamente. No está claro si Sebastián podrá recuperarse de su adicción al juego.