Este documento presenta dos casos sobre el ingeniero Miguel y sus aprendices Pedro y Luis. En el primer caso, Pedro y Luis ignoran las instrucciones de Miguel y venden equipo de la empresa, por lo que son despedidos. En el segundo caso, Pedro y Luis siguen las instrucciones y completan el proyecto con éxito, recibiendo felicitaciones. La moraleja es mantener la integridad personal y profesional.
2. Electric Metal (caso 1)
Aquel día de jornada laboral se encontraba Miguel, un ingeniero emprendedor
y esmerado por el crecimiento en su trabajo, en Electric Metal era el encargado de
llevar a cabo la planificación, verificación y asignación de procedimientos que se
realizaran en la ejecución de una obra.
En medio de tantas responsabilidades, Miguel trabajaba en base a su plan
estratégico designado por los dueños de la empresa, pero un buen día le
corresponde enviar a Pedro y a Luis, (ingenieros aprendices) quienes tenían la
tarea de realizar el montaje de todas las conexiones eléctricas, experimentarlas y
que estas reemplacen los requerimientos deseados por los cliente.
Al momento de proceder con un montaje eléctrico a una institución financiera
Miguel, quien era el encargado de la obra tuvo que irse de viaje para concretar
otros proyectos que habían sido presupuestados por la empresa, pero antes deja
una serie de instrucciones a Pedro y Luis, entre sus labores estaba el montaje de
2 transformadores para la alimentación del circuito eléctrico de la institución.
Los ingenieros aprendices, deciden hacer caso omiso a la ordenanza dada por
Miguel quien era además su jefe del departamento, así que deciden colocar solo
un transformador en la obra.
Pedro y Luis motivados por la malicia y traición a la empresa, deciden de
inmediato hablar con Miguel vía telefónica y contarle la situación.
-
Jefe, ha pasado algo inesperado-le dijo Pedro- uno de los trasformadores
presentó daños.
¡No puede ser! -dijo Miguel- yo me encargue de que todo funcionara como
esperábamos, los equipos estaban aptos para ser montados-repetía con
desconfío-.
Con los rostros llenos de mala intención, ambos susurraban el plan que tenían
para quedarse con el equipo eléctrico, mientras que por otro lado del teléfono
Miguel se encontraba con desespero al escuchar lo que aparentemente había
ocurrido en el trabajo asignado.
Miguel no le quedo otra opción que llegar a la empresa muy apenado y
explicar a su jefe la situación ocurrida con los ingenieros, aunque también sabía
que había cumplido a cabalidad su trabajo, pero por el contratiempo el también
podría ser cuestionado.
Dos días más tarde, los dueños de Electric Metal, anuncian una reunión
interna de trabajadores donde se asentarían temas relacionados con el desarrollo
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3. de la empresa. Miguel asiste junto a sus subordinados, Pedro y Luis seguían allí
aunque habían cometido una falta a la empresa, pero minutos más tardes el
dueño notifica su salida del puesto de trabajo a causa de la venta ilegal del
transformador que había sido asignado para la institución financiera. Pedro y Luis,
dejaron una imagen desleal ante todo el personal que allí se encontraba, pero
sobre todo una ilegítima ética profesional.
Electric Metal (Caso 2)
Aquel día de jornada laboral se encontraba Miguel, un ingeniero emprendedor
y esmerado por el crecimiento en su trabajo, en Electric Metal era el encargado de
llevar a cabo la planificación, verificación y asignación de procedimientos que se
realizaran en la ejecución de una obra.
En medio de tantas responsabilidades, Miguel trabajaba en base a su plan
estratégico designado por los dueños de la empresa, un buen día le corresponde
enviar a Pedro y a Luis, (ingenieros aprendices) quienes tenían la tarea de realizar
el montaje de todas las conexiones eléctricas, experimentarlas y que estas
reemplacen los requerimientos deseados por los cliente.
Al momento de proceder con un montaje eléctrico a una institución financiera
Miguel, quien era el encargado de la obra tuvo que irse de viaje para concretar
otros proyectos que habían sido presupuestados por la empresa, pero antes deja
una serie de instrucciones a Pedro y Luis, entre sus labores estaba el montaje de
2 transformadores para la alimentación del circuito eléctrico de la institución.
Los ingenieros aprendices, obedeciendo a las instrucciones dadas por Miguel
quien era además su jefe del departamento, así que deciden poner en marcha los
procedimientos para la colocación de los 2 transformadores en la obra.
Pedro y Luis motivados y confiados por la responsabilidad que tenían sobre
este proyecto, logran al fin poner en funcionamiento los equipos, minutos más
tarde se comunica con ellos Miguel vía telefónica y pregunta cómo va el desarrollo
de la actividad encomendada y como estaría la situación.
-
Jefe, ya instalamos los transformadores-le dijo Pedro- todo se llevo a cabo
con total normalidad.
¡Qué bueno! ¡Me alegra escuchar eso! -dijo Miguel- bien hecho muchachos,
nos vemos mañana-.
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4. Con los rostros llenos de alegría, ambos comentaban sobre las cosas que
aprendieron instalando estos equipos eléctricos, mientras que por otro lado del
teléfono Miguel se encontraba muy satisfecho por el trabajo realizado por sus 2
subordinados.
Miguel en su llegada de viaje, se dirige directamente a la institución donde
se estaban ejecutando los trabajos, da un recorrido por el perímetro donde se
estuvo trabajando la obra y da su felicitación a los ingenieros, recalcando el buen
trabajo que estos habían hecho y el haber a cumplido a cabalidad con el trabajo
asignado.
Dos días más tarde, los dueños de Electric Metal, anuncian una reunión
interna de trabajadores donde se asentarían temas relacionados con el desarrollo
de la empresa. Miguel asiste junto a sus subordinados. Minutos más tarde el
dueño de la empresa felicita a Miguel, Pedro y Luis por el objetivo alcanzado e
inmediatamente les notifica la asignación de otro proyecto ambicioso mucho más
grande. Pedro y Luis, dejaron una muestra de lo que es trabajar en equipo,
fundamentado por los principios de la ética y la moral profesional.
Moraleja
Es así como debemos aprender a conservar nuestra integridad personal y
profesional ante todo, para evitar sorpresas lamentables que nos puedan
perjudicar.
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