El documento contrasta el software libre y el software propietario. Define el software libre como aquel que otorga a los usuarios cuatro libertades: usarlo para cualquier propósito, estudiar y modificar su código, distribuir copias, y mejorarlo y compartir mejoras. El software propietario limita estas libertades al restringir el uso, modificación o redistribución del software o no proveer acceso a su código fuente.