La tolerancia puede referirse al respeto hacia ideas diferentes, al margen de error permitido en la fabricación de productos, a la capacidad de un sistema de seguir funcionando ante fallos, a la reducción de efectos de una sustancia en el organismo, y a la ausencia de respuesta inmunitaria a un antígeno. La tolerancia social implica respetar las normas de los demás a pesar de creencias contrarias, mientras que la tolerancia a fallos se refiere a la capacidad de un sistema de operar ante fallas potenciales.