1. Fue inventada en China,
aproximadamente en el siglo IX con el
fin de determinar las direcciones en
mar abierto, e inicialmente consistía en
una aguja imantada flotando en una
vasija llena de agua. Más adelante fue
mejorada para reducir su tamaño e
incrementar su practicidad,
cambiándose la vasija de agua por un
eje rotatorio, y añadiéndose una «rosa
de los vientos» que sirve de guía para
calcular direcciones. Actualmente las
brújulas han recibido pequeñas
mejoras que, si bien no cambian su
sistema de funcionamiento, hacen
más sencillas las mediciones a realizar.
Entre estas mejoras se encuentran
sistemas de iluminación para toma de
datos en entornos oscuros, y sistemas
ópticos para mediciones en las que las
referencias son objetos situados en la
lejanía.
2. El 20 de julio de 1969, el
comandante de la
misión Apollo 11, Neil
Armstrong, bajó del
módulo lunar "Águila",
transformándose en el
primer hombre en pisar
la Luna. El objetivo
principal de la misión fue
recoger muestras de la
superficie selenita y
dejar equipos
experimentales que
funcionaran después
que los astronautas
regresaran a la Tierra.
3. La pólvora, es un polvo
explosivo utilizado en balística,
en particular pólvora negra,
una mezcla explosiva de un
75% de nitrato potásico, un
15% de carbón y un 10% de
azufre aproximadamente. La
pólvora fue el primer explosivo
conocido; su fórmula aparece
ya en el siglo XIII, en los
escritos del monje inglés Roger
Bacon, aunque parece haber
sido descubierta por los
chinos, que la utilizaron con
anterioridad en la fabricación
de fuegos artificiales.
4. 1617: Justo antes de morir, el matemático escocés
John Napier (1550-1617), famoso por su invención de
los logaritmos, desarrolló un sistema para realizar
operaciones aritméticas manipulando barras, a las
que llamó "huesos" ya que estaban construidas con
material de hueso o marfil, y en los que estaban
plasmados los dígitos. Dada su naturaleza, se llamó al
sistema "huesos de Napier" (ábaco neperiano). Los
huesos de Napier tuvieron una fuerte influencia en el
desarrollo de la regla deslizante (cinco años más
tarde) y las máquinas calculadoras subsecuentes, que
contaron con logaritmos.
1623: La primera calculadora mecánica fue diseñada
por Wilhelm Schickard en Alemania. Llamada "reloj
calculador", la máquina incorporó los logaritmos de
Napier, haciendo rodar cilindros en un albergue
grande. Se comisionó un reloj calculador para
Johannes Kepler, famoso matemático y astrónomo,
pero fue destruido por el fuego antes de que se
terminara su construcción.
1624: La primera regla deslizante fue inventada por el
matemático inglés William Oughtred. La regla
deslizante (llamada "Círculos de Proporción") era un
juego de discos rotatorios que se calibraron con los
logaritmos de Napier. Se usó como uno de los primeros
aparatos de la informática analógica. Su época de
esplendor duró más o menos un siglo, el comprendido
entre la segunda mitad del siglo XIX y el último cuarto
del XX, hasta que a comienzos de 1970, calculadoras
portátiles comenzaron a ser populares.
5. El heliocentrismo (del griego: ἥλιος-
helios «Sol» y κέντρον-kentron «centro»)
es un modelo astronómico según el
cual la Tierra y los planetas se mueven
alrededor de un Sol relativamente
estacionario y que está en el centro
del Sistema Solar. Históricamente, el
heliocentrismo se oponía al
geocentrismo, que colocaba en el
centro a la Tierra. La idea de que la
Tierra gira alrededor del Sol fue
propuesta desde el siglo III a.C. por
Aristarco de Samos,1 aunque no
recibió apoyo de otros astrónomos de
la antigüedad. Con las observaciones
de William Herschel, Bessel y otros, los
astrónomos terminaron por aceptar
que el Sol no se encuentra en el centro
del universo; en la década de 1920,
Edwin Hubble demostró que formaba
parte de un complejo aún mucho
mayor: la galaxia (la Vía Láctea), y
que esta era tan solo una entre miles
de millones de galaxias más.