Benjamín recibió la visita de su amigo Rolando en su nueva casa. Mientras Benjamín se ausentó brevemente, Rolando vio a una señora mayor siguiendo a Benjamín por el pasillo. Cuando Benjamín regresó, Rolando le preguntó sobre la señora, pero Benjamín no la había visto. Más tarde, la aparición reapareció y les dirigió una mirada aterradora antes de perseguirlos cuando huyeron de la casa. Benjamín se dio cuenta de que las corrientes de aire frío que
Beginners Guide to TikTok for Search - Rachel Pearson - We are Tilt __ Bright...
La visita fantasmal
1. Tu fantasma
Benjamín, que acababa de mudarse a una casa, recibió la visita de Rolando, su mejor
amigo.
Se saludaron y lo hizo pasar a la sala.
- Siéntate - lo invitó Benjamín, y agregó señalando hacia un pasillo -. Voy a traer un vino y
algo para comer.
- ¡Menuda casa te compraste! ¿Estás saliendo con la hija fea de tu jefe? ¡Jajaja!
- Ahora no tengo jefe, tengo jefa… me cambié de empresa ¡Jeje!
- ¡Ahí está! Es eso ¡Jajaja!
- Vos siempre tan bromista Rolando. Ya vengo. Si quieres mirar la tele dale nomás. Mi casa
es tu casa.
Rolando se sentó a sus anchas y se puso a contemplar la habitación. Unos minutos después
vio a su amigo que venía por el pasillo; detrás de él iba una señora mayor que lo seguía de
cerca, mas antes de entrar a la sala la señora dobló hacia una habitación.
- ¿Quién es la señora? ¿Contrataste un ama de casa y todo? - preguntó Rolando.
- ¿Qué? ¿Qué señora?
- La que venía atrás tuyo en el pasillo.
- No bromees con eso, en la casa no hay más nadie.
- No bromees tú, iba caminando cerca de ti y dobló en aquel cuarto.
- ¿En serio?
- En serio. Te lo juro por mi madre.
Benjamín dejó sobre la mesa la botella que tenía en la mano y, muy serio miró hacia el
pasillo. Sabía que su amigo no juraba en vano, además había sentido una especie de
corriente fría en la espalda, y no era la primera vez que le pasaba eso en aquella casa.
- Creo que en mi casa hay fantasmas, creo no, si lo viste es porque hay - razonó Benjamín.
- Yo la vi sí, y ahora que la recuerdo se veía un poco rara, tenía la cara muy gris.
Los dos quedaron mirando hacia el pasillo, y de pronto la aparición volvió a salir, les dio la
espalda y se fue alejando, pero un instante después giró rápidamente la cabeza hacia ellos
como lo hacen las lechuzas, y comenzó a caminar hacia atrás mientras los miraba de frente.
Los dos salieron de la casa como una exhalación, huyeron sin mirar hacia atrás, pero de
reojo vieron que la aparición los perseguía volando sobre el suelo y lanzando manotazos al
aire.
Benjamín fue el que más se aterró, pues había dormido varias noches allí, y supo que
aquellas corrientes de aire frío que a veces le recorrían el cuerpo, era el contacto del
fantasma y de sus dedos espectrales.