La situación se volvió tumultuosa cuando cientos de manifestantes se reunieron en la plaza principal para protestar contra las recientes políticas del gobierno. La policía intentó controlar la multitud, pero la situación se salió de control cuando algunos manifestantes comenzaron a arrojar piedras y botellas. Finalmente, la protesta fue disuelta después de varias horas, pero no antes de que varias personas resultaran heridas en los enfrentamientos.