La mujer le comentó a su marido que le gustaría tener los pechos más grandes. El marido bromeó diciendo que debía pasarse papel higiénico entre los pechos para que crecieran, aunque requeriría hacerlo todos los días durante varios años. Cuando la mujer cuestionó la efectividad de este método, el marido respondió que si el papel higiénico funcionaba para el culo, también debería funcionar para los pechos. El marido sobrevivió pero requirió meses de rehabilitación.