El asno pateó a un jabalí que se había precipitado sobre él. Cuando el jabalí, que estaba muriendo, le pidió perdón al asno por haberlo atacado, el asno dejó de patearlo para que pudiera morir en paz. La fábula enseña que debemos enfrentar la injusticia con sobriedad y compasión, y que algún día seremos juzgados por cómo hemos usado las bendiciones que hemos recibido.