Mario decidió invitar a su mejor amigo Roberto a comer a su casa para celebrar su cumpleaños, pero como no sabía cocinar tuvo que pedirle ayuda a su mamá. Ella le enseñó a preparar arroz con pollo. A Roberto le encantó la comida pero luego se sintió mal del estómago, aunque Mario solo quería festejarlo en su día especial. Los amigos no son perfectos pero su amistad es invaluable.