El documento argumenta que la creencia de que los hombres no pueden enviar rosas a sus amigos es una convención idiota y que es hora de acabar con ella. Insta a las personas a unirse a una campaña de enviar una rosa a un amigo para demostrar afecto, y que el autor envía una rosa a quien recibe el mensaje como parte de esta campaña para promover la amistad entre hombres.