El documento argumenta que hemos perdido el significado de urgente y prioridad en nuestras vidas ajetreadas. Es más importante valorar el tiempo con la familia, dar gracias por los pequeños regalos de la vida como el amanecer, y expresar amor a los seres queridos antes que enfocarse solo en proyectos y agendas llenas de urgencias. Lo verdaderamente urgente es vivir cada día plenamente.