Este poema describe la alegría de las vacaciones de verano a través de imágenes de la naturaleza. Habla sobre la brisa fresca con aroma a melones, el cielo lleno de pájaros y globos de colores, los trigales dorados que se convierten en pan, y los árboles cargados de cítricos a punto de estallar de felicidad. Todo esto resalta lo mucho que los niños disfrutan las vacaciones, llenas de canciones, sueños y emociones.