7. En el hogar que mi abuela
creó,
Veo el principio de la vida
que heredé
8. Muchas veces he pensado que
inhumano sería este mundo sin los
ancianos, y que melancólico sería
sin los niños
9. En los ojos de los
jóvenes vemos llamas,
Pero en los de los
mayores vemos luz.
10. Tenía un millón de
preguntas aún sin
responder. Me
quedaba mucho por
hacer, mucho que
aprender….
¿Qué prisa podía tener
en ser abuela ?
Ninguna. Hasta que
nació, Todo lo demás
pasó a segundo plano.
11. A veces el amor
perfecto sólo llega
cuando nacen los
nietos.
12. Si han de aparecer
arrugas en tu rostro, que
no lo hagan también en tú
corazón.
El alma no debe
envejecer
13. Está comprobado
científicamente que la
relación entre una abuela y
su nieto es enriquecedora al
máximo para ambos
extremos
14. Haz que tus manos recorran
las arenas del tiempo. Cada
gránulo tiene su historia, un
propósito, una conexión con el
mar de la vida. Observa lo
sagrado de todas las cosas y
venera el vínculo que las une.
16. A medida que iban
llegando mis nietos, el
aire de la casa se volvía
más vibrante y cálido,
como si cada objeto
cobrara vida de una
manera especial
17. Tratando de dar una respuesta buena y
reconfortante a las preguntas de los
más pequeños, a menudo llegamos a
una buena y reconfortante conclusión
para nosotros.
18. Quién piensa más
profundo, ama lo más vivo.
Las arterias se dividen,
pero vuelven al corazón, y
todo es una única, eterna y
ardiente vida.
25. Cuando son abuelas, nuestras
madres llegan al pináculo de su
gracia. Cuando la madre tiene al hijo
de su hijo en brazos, el ser humano
es testigo del ciclo vital, de la
armonía mística en los caminos de la
vida.
28. Dios mio… te pido que mis hijas
lleguen a verme como yo a mi
madre.
29. Las abuelas no malcrían. Las abuelas no
educan. Las abuelas adoran.
30. Porque la sangre que heredamos no es
nada más la que traemos al llegar al
mundo. La Sangre que heredamos está
hecha de las cosas que comimos de
niños, de las palabras que nos
cantaron en la cuna y de los brazos que
nos cuidaron.