El documento describe la situación de Martín y Romeo, dos niños que viven en el mismo edificio pero son muy diferentes. Mientras Martín es enérgico y le gusta demostrar su fuerza, Romeo es tranquilo y pensativo. Una tarde, cuando están jugando en el elevador, se va la luz y quedan atrapados. Martín entra en pánico pero Romeo enciende la linterna, encuentra el botón de emergencia y los rescata. En lugar de irse a sus departamentos, deciden dar más vueltas en el elevador hasta que salen a la az

1. El subibaja 2
Martín y Romeo vivían en el mismo edificio, una elevada torre de departamentos 15
en las afueras de la ciudad. Tenían la misma edad e iban al mismo colegio, pero no 32
Podía haber dos chicos más diferentes. En la escuela Martín corríay saltaba todo el 47
día, superaba a todos en la clase de educación física y disfrutaba demostrando su 61
Su poderío : en una ocasión fue expulsado por romper , con los golpes que había 75
Aprendido en su clase de karate , tres escritorios de un hilo . Pero el castigo no le 91
Sirvió de nada y el mismo día por la tarde ya andaba trepándosea los árboles más 108
altos del parque, sin medir las consecuencias deuna caída libre sobre los adoquines 122
rojos del suelo 125
Romeo, en cambio, era quieto y silencioso y pasaba largos ratos pensando. Cuando 138
Martín rompió las bancas buscó en la enciclopedia qué técnica de karate había 151
empleado. Y cuando se trepaba a los árboles , podía decir sin problema si su 165
compañero y amigo estaba en las ramas de un eucalipto, un trueno o un pino, cómo 181
podría convertirse en un ejemplo de la fuerza de gravedad y cuáles serían los 195
primeros auxilios que debería de aplicarle en caso de un accidente . Porque , 207
curiosamente , siempre andaban juntos , aunque uno no entendiera bien al otro. 218
“De grande voy a ser psicólogo, Martín 225
— le decía Romeo —, para ver si así te entiendo . ” Enojado 235
Martín lo fintaba como para darle un zape 243
Una de esas tardes, cuando regresaban de jugar, entraron al elevador del edificio 256
Romeo vivía en el piso 2 y Martín en el 20 . Sin embargo , cuando o abordaban 272
acostumbraban acompañarse uno al otro. “Yo te acompaño”, decíaRomeo, y subían 284
al 20. “Yo te acompaño a ti ”, decía Martín y bajaban al 2 . “Pues ahora yo te 302
acompaño a ti”, volvía decir Romeo y así podíanpasar horas en el subibaja (cómo le 318
decíanal elevador ) hasta que decidían mejor subir a la azotea .Romeo empezaba 331
a hablar de las estrellas mientras Martín ensayaba el poder de sus patadas contra los 246
tinacos y los lavaderos… 350
En una tarde, después de unos veinte viajes redondos, sefue la luz y el subibaja 366
se quedó detenido más o menos por el piso 15 todo era tinieblas . El poderoso 381
Martín, que no parecía temer nada, lloraba sin consuelo, y su miedo se convirtió en 296
rabia : “ Ahorita verás si no salimos de aquí ”. Empezó a dar puñetazos y patadas 410
contra las paredes de metal , pero sólo consiguió lastimarse los pies y quedó 423
Todavía más asustado . “Calma , pueblo ”, dijo Romeo, tranquilo como si estuvieran 434
bajo la luz del día. Sacó su linterna de bolsillo iluminó el tablero y oprimió un botón 451
Que decía : “ Motor de emergencia ”. La lámpara del elevador se encendió y éste 463
comenzó a moverse de nuevo. 468
Pero no , no se fueron a sus departamentos. Bajaron y subieron por más de una 483
hora hasta que ya mareados salieron a la azotea para respirar el aire fresco de la 499
noche. 500

2. Los niños y la pobreza 5
Aunque la palabra humildad se refiere a un valor concreto (la aceptación de nuestras 19
limitaciones) es frecuente que se le use como sinónimo de pobreza, en el sentido de 34
las limitaciones que los problemas económicos determinan para la vida de las 46
personas. 47
Y la pobreza extrema dificulta en especial la situación de los niños y las niñas en 63
Diversos países del mundo. Un estudio realizado por la Universidad de Bristol y la 77
Escuela de Economía de Londres por encargo de la Unicef abordó la forma en que 92
los niños y las niñas de algunas naciones sufren distintas privaciones que afectan sus 106
vidas en siete esferas principales. El estudio concluyó que más de mil millones de 120
chicos como tú que viven en los países que apenas se están desarrollando padecen,
134
al menos, una privación grave. 139
1. Mala nutrición. Noventa millones de niños sufren desnutrición que afecta su 150
desarrollo físico. Están débiles, son propensosa enfermarse y tienen bajo rendimiento 162
escolar. 163
2. Privación de agua. Cuatrocientos millones de niños de los países en desarrollo 175
no tienen acceso inmediato al agua. En naciones como Etiopía, Ruanda y Uganda 188
tienen que caminar hasta 15 minutos para hallarla.
196
3. Privación de saneamiento. Más de quinientos millones de niños no tienen 207
acceso a letrinas o excusados, lo que pone en riesgo su salud y reduce la posibilidad 223
de que acudan a la escuela.
229
4.-Falta de atención médica. Casi trescientos millones de niños no reciben ninguna
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de las seis vacunas principales o carecen de acceso a tratamiento si sufren diarrea. 254