Los encierros de San Fermín 2007 en Pamplona atrajeron a cientos de miles de personas de todo el mundo. Cada mañana a las 8 horas, seis toros bravos de lidia eran liberados en las calles del casco antiguo para ser perseguidos por los corredores hasta la plaza de toros. A pesar de algunas cogidas y heridas menores, la fiesta transcurrió sin incidentes graves.