Oscar Pistorius nació en Sudáfrica en 1986 sin peronés ni tobillos. Sus padres tomaron la decisión de amputarle ambas piernas cuando tenía 11 meses siguiendo el consejo de los especialistas. A pesar de usar prótesis desde muy pequeño y enfrentar burlas de otros niños en la escuela, Oscar nunca se dejó detener y desarrolló una gran voluntad y espíritu que lo llevaron a convertirse en un atleta olímpico.