3. Desde que el mundo es mundo, siempre, buscando
cosas extravagantes a las que temer, el ser humano ha
tenido en el imaginario colectivo seres gigantes, sean
animales o personas, no hay mas que recordar como
los dragones han estado presentes en casi todas las
mitologías… Por cierto, ¿existirán?
4. Desde que el mundo es mundo, siempre, buscando
cosas extravagantes a las que temer, el ser humano ha
tenido en el imaginario colectivo seres gigantes, sean
animales o personas, no hay mas que recordar como
los dragones han estado presentes en casi todas las
mitologías… Por cierto, ¿existirán?
Cómo no, el cine apenas tardó en
reflejar tales seres, el temor que
producían en el ser humano y la
devastación que podían causar en
su hábitat…
6. En 1925 tenemos lo que
podríamos considerar como inicio
de las películas con animales
gigantescos, “El mundo perdido”,
basada en un relato de Arthur
Conan Doyle y con un gran
protagonismo de Willis O´Brien, el
pionero en esta clase de efectos
especiales…
Con papel importante de
Wallace Beery, actor muy famoso
en las primeras décadas del siglo
XX.
7.
8. Willis O´Brien trabajaba la “Stop motion”, animación
fotograma a fotograma, labor costosísima en esta película,
dada la cantidad de animales prehistóricos que aparecían,
incluso batallando entre ellos, pero que le mereció la pena
dado el éxito que cosechó y el dinero que produjo…
12. Yo no puedo añadir nada a lo ya dicho sobre esta maravilla del cine;
tan solo sugeriría, aunque doy por hecho que es innecesario pues una
mayoría de la gente lo hace, el enmarcar cada película en el contexto
de su tiempo. Es obvio que la gente que asistió al estreno el 7 de marzo
de 1933 (mmm, estamos cerca del 80º aniversario…), salió del cine
literalmente espantada…
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23. Dato: es King Kong la primera
película de la historia del cine que tiene
una segunda parte, “El hijo de Kong”,
estrenada en diciembre de ese mismo
1933. Luego, 16 años después, Cooper,
Schoedsack, Armstrong y O´Brien,
repetirían en “El gran gorila” (“Mighty
Joe Young”, también con nueva versión
a finales de siglo con Charlize Theron).
Pero he aquí al hijo de Kong…
(¿Os causa cierta gracia su hijo?
Pues esperad a ver al de Godzilla…)
25. “El monstruo de tiempos
remotos” es, con derecho propio,
un título fundamental en la historia
de la ciencia ficción
cinematográfica, ya que su éxito
supuso el inicio de toda una serie
de películas sobre seres colosales
y enfrentados a la civilización que
propició una de las etapas más
fructíferas del género, con títulos
tan inolvidables y decisivos para el
fantástico como “La humanidad en
peligro” o “Tarántula”. Por otro
lado, el film de Eugène Lourié
significó la principal y reconocida
influencia para la creación de
Godzilla, prestando la idea de base
del despertar de un ser
antediluviano (una especia
imaginaria llamada rhedosaurio) a
causa de una explosión atómica.
26. Lourié había sido un colaborador habitual de Jean Renoir en Francia
trabajando como diseñador artístico en los años 30, ocupación que influyó
en “El monstruo de tiempos remotos”, pues su dirección resultó muy
imaginativa, sacando un gran provecho del limitado presupuesto (200.000
dólares) y de los escelentes efectos especiales de Ray Harryhausen, en su
primer trabajo en solitario.
27. Son muchas las referencias que la
cinta que nos ocupa legó al personaje
de Godzilla, entre ellas la concepción
física del animal en lo que respecta a
su rostro y las crestas dorsales, así
como a su carácter anfibio. Aunque el
monstruo nipón no es cuadrúpedo
como éste, posiblemente por ser más
fácil la estructura bípeda debido a la
recreación del animal mediante un
disfraz y no por stop motion como
ocurre en la película de Lourié.
28. Pero al hablar de “El montruo de tiempos
remotos”, no se puede dejar de lado a Ray
Harryhausen, uno de los creadores de monstruos
más importantes de la historia del cine. Nacido en
1920, su fascinación por los dinosaurios le vino
desde niño, aunque el gran Shock de su vida se lo
produjo la visión de “King Kong” en 1933. Desde
ese momento decidió dedicarse a la creación de
efectos especiales; en 1947 se incorporó al
retorno al espíritu de King kong, “El gran gorila”,
donde trabajó como asistente de Willis O´Brien,
aunque de hecho, realizó un 80% de los efectos 1949. “El gran gorila”.
de la película.
30. El proyecto del primer Godzilla
se desarrolló bajo el nombre de
“G” como inicial de “Giant”. En él
se narraba el ataque de una
enorme criatura anfibia,
emparentada con los dinosaurios,
aunque terriblemente mutada por
la radiación atómica, variante que
provocaba la no determinación del
animal, cuyo diseño debía estar
entre el Tiaranosaurio o el
Alosaurio y el Estegosaurio.
La necesidad de bautizar a la
criatura provocó la elección de un
anombre híbrido, Gojira (Godzilla
para E.E.U.U. y Europa), que surge
de la fusión del término inglés
para gorila –gorila- con el vocablo
nipón que significa ballena,
Kijura.
31. El próximo paso era dar vida a la bestia, para lo cual se debatió la técnica que tan
buenos resultados había dado a los americanos, es decir, la animación fotograma a
fotograma de una maqueta articulada del animal. Parece ser que la verdadera razón de no
utilizar este tipo de trucajes radicaba en que no se conocían de manera efectiva las técnicas
de O´Brien y Harryhausen y se tenían dudas acerca de estar a la altura de sus proyectos.
Pese a ello, se incluyeron algunas tomas sencillas con este tipo de efectos, (en especial una
cola animada del animal y el accidente de un camión de bomberos), aunque el método
predominante fue el de utilizar a un hombre disfrazado de Godzilla, alternando con tomas de
puppets del animal.
32. Este primer film de la saga
es, claramente, una alegoría
sobre el peligro atómico
representada por el saurio
mutante que reduce Tokio a
cenizas, tal y como lo
hicieron las bombas
atómicas lanzadas sobre
Hiroshima y Nagasaki. A este
respecto, son significativos
los planos que representan
el aftermath de la capital
japonesa tras el ataque de la
bestia, que recuerdan a los
paisajes post-nucleares
tristemente célebres de las
dos ciudades mártires.
33.
34.
35. Dos años después, se montó la versión
para Estados Unidos, añadiendo planos
de un periodista americano interpretado
por Raymond Burr y que explicaba los
sucesos desde el punto de vista de éste,
haciéndolos más accesibles al público
occidental.
36. Bien, como el tema Godzilla, sus secuelas y
sus compinches y enemigos (Mothra, King
Ghidora, etc.), dan para un reportaje propio, no
nos extenderemos mucho más, tan solo
mostrar su enfrentamiento con “King Kong”,
(léase este último nombre con dobles
comillas); reseñar que hubo versión
actualizada y occidentalizada a cargo de ese
gran director, Emmerich (izquierda), y, lo
prometido es deuda, ahí tenéis al hijo de
Godzilla… (arriba)
38. La humanidad en peligro (Them!), breve película
(apenas 90 minutos) dirigida por Gordon Douglas
en 1954, es una de las mejores cintas de ciencia
ficción de serie B volcadas en el mensaje de
advertencia acerca de los peligros de la carrera
nuclear inherente a la Guerra Fría. Este artesano
(en el mejor sentido) extrae un notable partido a
una historia que parece destinada a alimentar las
sesiones matinales de fin de semana del público
escolar para convertirla en una estimable aventura
acerca del ser humano enfrentado a una naturaleza
mutante desbocada.
La historia se inicia con una dinámica de
averiguación y suspense: la policía de una pequeña
ciudad del suroeste de Estados Unidos encuentra a
una niña abandonada que parece encontrarse en
estado de shock. Incapaz de hablar y explicar lo
sucedido, cómo ha llegado hasta allí o dónde está su
familia, sólo parece reaccionar ante determinados
estímulos que parecen retrotraerla a un momento de
auténtico horror. Este comienzo, contado en clave
policíaca, nos sitúa ante las investigaciones del
sargento Peterson (James Whitmore) en torno a lo
ocurrido a la familia de la niña, un caso que se
excede a sí mismo cuando empiezan a llegar noticias
de corte similar: desapariciones, extrañas muertes y
desastres en los enclaves humanos de los
alrededores.
39. Todo ello hasta que el secreto,
finalmente, se desentraña: las
hormigas de la zona, a resultas de
las radiaciones recibidas por las
pruebas nucleares que el ejército
norteamericano está
desarrollando en el desierto, han
mutado hasta crecer y volverse
gigantescas y construir enormes
hormigueros en los que
almacenar los cuerpos humanos
para alimentarse de ellos.
40. En la última parte de la cinta asistimos al combate material entre los humanos,
defendidos por la policía y el ejército, y las hormigas, que poco a poco se han acercado
a ciudades, pueblos y otras zonas habitadas, introduciéndose en sus alcantarillas y
acabando con varias vidas.
Todo ello para ofrecer al público un mensaje pacifista y de búsqueda de armonía con
la naturaleza circundante, una advertencia de que, desde siempre, el Hombre es la
mayor amenaza contra sí mismo y de que la única manera de superar este atávico riesgo
consiste en descuidar un tanto todo lo ligado al progreso material para volcar parte de
su inteligencia, su sensibilidad y su compasión hacia su propio interior, a su propia
naturaleza como ser humano.
41. Departamento de detalles curiosos: a la izquierda
tenemos al futuro Mr. Spock, Leonard Nimoy, en uno de
sus primeros papelillos; a la derecha, James Arness, el
futuro marshall Matt Dillon de “La ley del revólver”,
hermano de Peter Graves, y que ya participó en “El enigma
de otro mundo” en el papel de “enigma”… Sé que me
agradeceréis mucho estos momentos sálvame de luxe…
43. La historia de ‘Tarántula’ da comienzo en el desierto de Arizona. Allí, un hombre con
terribles malformaciones, aparece muerto. Se trata de un importante biólogo, que estaba
metido en secretos experimentos junto con un eminente profesor. Éste, preocupado por el
hambre en el mundo, investiga una posible solución que podría acabar con dicho problema
(lo cierto es que viendo la clase de experimentos que realiza, se aprecia cierta incoherencia
en su discurso, por motivos más que evidentes). Por supuesto, y como en toda película que
hable de peligrosos experimentos en contra de la naturaleza, y algunos jueguen a ser Dios,
éstos salen mal y las consecuencias serán devastadoras. Poco a poco en la región empieza
a aparecer ganado muerto en extrañas circunstancias. La realidad se dará la mano con la
ficción de forma inesperada.
44. Esta vez, el enemigo es algo
totalmente inimaginable y totalmente
terrorífico: una araña gigante que
cada vez crece más. Tan loca
premisa logra ser creíble en todo
momento gracias a unos eficaces
efectos especiales, que consistían
en filmar a una tarántula de verdad
para luego insertarla en los
escenarios mediante trucos
fotográficos, y la aplicación del
suspense a los momentos más
impactantes del film. Arnold además
imprime al relato un buen ritmo, el
cual nuca decae, si acaso termina el
film muy abruptamente, aunque lo
contrarresta con un buen
espectáculo. Y todo ello en una
película cuyo presupuesto fue
considerablemente menor al normal.
45. ‘Tarántula’ es una buena
muestra del talento de un
director que, con el paso de
los años se ha ido
descubriendo como algo
más que un buen narrador
de historias (“El increíble
hombre menguante”, “La
mujer y el monstruo”…). No
ha perdido su encanto, y
aunque no se trata ni mucho
menos de un film perfecto,
es toda una gozada para los
amantes del género.
46. De nuevo el departamento de detalles curiosos
se pone en marcha para señalar que esta película
cuenta con papelito del hoy importantísimo
director y actor Clint Eastwood.
48. Por culpa de un accidente ocurrido en medio de una prueba nuclear en el desierto de Arizona, el
Coronel Glen Manning es alcanzado por la ardiente energía de una bomba de plutonio. Milagrosamente
sobrevive, pero su cuerpo se encuentra tremendamente quemado y tiene pocas esperanzas de pasar la
noche. Sin embargo, a la mañana siguiente, una enfermera descubre con sorpresa que las quemaduras
del coronel han desaparecido y una nueva piel se ha desarrollado sobre todo su cuerpo. Sorprendidos
con este hecho, los doctores se cuestionan que factor pudo haber causado todo aquello. Sin embargo,
las sorpresas no hacen más que empezar.
Cuando Carol Forrest, la novia del coronel se entera de que su novio ha desaparecido del hospital,
sigue su rastro hasta una base militar donde logra infiltrarse y descubrir que Manning es ahora un
gigante de 30 pies de largo. Los doctores, aún más desconcertados que antes, buscan afanosamente la
manera de detener o revertir el proceso de crecimiento del Coronel que aún no se detiene.
Cuando Glen Manning recobra la conciencia se encuentra entonces con que ha dejado de ser un ser
humano normal, para transformarse en un coloso gigante, en sus palabras: un monstruo.
49. Para su desgracia, el gigantismo no es un síntoma que viene solo: su cuerpo ha perdido todo rastro
de vello o pelo, sufre de unas tremendas jaquecas causadas por el miedo y la ansiedad; y su corazón no
crece al ritmo tan acelerado de su cuerpo. Poco a poco, el Coronel Manning parece ir –además de lo todo
lo anterior – perdiendo poco a poco la razón, pues pasa de momentos de depresión pura a una excitación
exacerbada que inspira verdadero miedo en su novia y quienes lo rodean. Manning es ahora un gigante
abatido que vaga solitario en un gran campo militar.
Para cuando los doctores y científicos de la base descubren lo que puede ser la cura para el
gigantismo de Manning, este experimenta una de sus peores crisis mentales y acaba vagando por el
desierto en una especie de estado de confusión, hasta llegar a Las Vegas, donde causa – al principio –
sorpresa en los habitantes, expectación en los medios y alarma entre la policía. Los disparos de un
grupo de estos despierta a la furia animal en el confundido Manning y todo se convierte en caos.
Afortunadamente, la novia de Manning, el doctor Coulter y el mayor Lindstrom ya van en camino
con la cura para el coronel: se trata de una jeringa gigante con un compuesto azufroso que actuaria
sobre la medula del gigante para disminuir su tamaño (¿?). Cuando el helicóptero que lleva a los tres lo
intercepta - ya fuera de la ciudad de las Vegas - desciende y los tripulantes logran inyectar la sustancia
en uno de los talones del coloso, el cual, furioso y adolorido, usa la misma jeringa para atravesar el
cuerpo del mayor Lindstrom y subsecuentemente, secuestrar a la chica. ..
50. Y llegados a este punto, en el
que casi se ha contado la película
entera, decir que su director, Bert I.
Gordon, un auténtico francotirador
de la serie “B” (si no la “Z”
directamente) estaba lejos, muy
lejos de la sutileza de Jack Arnold
en “El increíble hombre
menguante” y que durante casi
toda su carrera se entregó con
loable dedicación al ejercicio de
reiterar el mismo esquema
argumental.
En el cine de Gordon el tema del
gigantismo se aplica lo mismo a
avispas que a seres humanos… (o
a ratas y gallinas…)
52. El Dr. Scott y el profesor Ramos llegan al pueblo mexicano de San Lorenzo a realizar pruebas
geológicas de la erupción reciente de un volcán. Pero en el trayecto encuentran una gasolinera
destrozada con sus ocupantes muertos. Colaborando con la policía local pronto descubren que de las
grietas provocadas por la erupción provocaron que salieran a la faz de la Tierra un grupo de escorpiones
gigantes. Scott y Ramos logran sellar la cueva de los escorpiones, pero existe una inmensa red de
galerías subterraneas interconectadas. Ahora Scott y Ramos deberán enfrentarse a la posibilidad de que
los escorpiones regresen a la superficie cerca de la super poblada capital de Mexico.
53. The Black Scorpion es Them! pero con
escorpiones. Nuevamente hay una explicación
científica de cómo se comportan sus contrapartes de
la vida real, y las fuerzas del orden actúan en
consecuencia. En ese sentido el film no presenta
demasiadas novedades; se descubre la amenaza, se
la combate y resurge sobre el final para brindar un
gran clímax. Al menos dentro de la rutina del género
los personajes están bien escritos y resultan
interesantes, comenzando por Richard Denning, que
tiene su gracia y resulta un héroe racional. Para no
desmerecer a los lugareños, al menos los mexicanos
- dentro de los estereotipos que le asigna Hollywood -
tienen una participación destacada, colaborando
activamente en el combate de la amenaza. En todo
caso, lo que se puede inferir es que los mexicanos no
pueden terminar de concretar nada sin consultar a un
americano antes.
Las criaturas están formidablemente animadas, en
este caso por Willis O´Brien, el artesano que dio vida
a King Kong (1933). Posiblemente debido a lo
esquemático de los movimientos de un insecto, las
técnicas de stop motion resultan perfectas aquí. A lo
sumo lo que se puede reprochar es que, mezclado
con las animaciones excelente de O´Brien, hay
algunos primeros planos de los rostros humanoides
de los escorpiones, que son repetitivos y difieren en
calidad del trabajo de stop motion.
54. El Escorpion Negro es
típica rutina serie B de los
cincuenta, pero dirigida con
gusto y dotada de buenos
efectos especiales (aunque
desparejos). Sigue teniendo
su atractivo, en especial por
lo salvaje de los ataques de la
criatura del título; y al menos
los personajes se comportan
con algunas neuronas, como
para no resultar los
caracteres idiotas que suelen
poblar este tipo de películas.
56. Una erupción volcánica en el hemisferio Sur provoca una
reacción en el Norte cuya consecuencia es la descongelación de
una mantis religiosa gigante que llevaba atrapada en el hielo
desde tiempos prehistóricos. El insecto comienza a actuar, ante el
desconcierto del ejército y científicos, hasta que al fin dan con el
origen de todo. Ahora su misión será destruirla.
57. “The Deadly Mantis” es una entrada algo floja
en la era de los monstruos atómicos de la
decada. Particularmente porque la criatura se
ve algo inmóvil y no desata una vorágine de
destrucción como, por ejemplo, el clásico “El
Monstruo de los Tiempos Remotos” (1953). La
mantis destroza algunos autobuses, aviones,
tiendas y pequeños edificios, pero no es la
máquina de arrasar rascacielos ni de generar
el pánico masivo característico de otras
monster movies de la época. Además carece
de originalidad, ya que repite linealmente todo
el argumento de “The Beast From 20.000
Fathoms”, con criatura descongelada en el
ártico, sendero de destrucción, militar que
encuentra el rastro y que terminará por
destruir al bicho, paleontólogo invitado que
posee una hermosa asistente, peregrinaje al
sur de la criatura, matanza del bicho
acorralado en algún monumento nacional, etc,
solo que cambia al Rhedosaurio del film de
Eugene Lourie por una mantis religiosa.
58. Lo que es interesante notar es que la película funciona como un gran film de propaganda del
ejército norteamericano. En general todos los films de la época funcionan de manera similar, pero
pocos de un modo tan optimista y didáctico como “The Deadly Mantis”. Aquí hay una explicación
realmente detallada de cómo funciona el Sistema de Alerta Temprana, instalado al norte de
Estados Unidos, con una red gigante de radares y un sistema de comunicaciones realmente ágil.
Además, cuando el ejército descubre la naturaleza del monstruo, se dedica a explicar en cadena
nacional todos los detalles del mismo - en contra de un posible encubrimiento -, algo que suena
hasta ingenuo si uno piensa en que ello puede desatar toda una histeria masiva. Pero más allá de
eso, de su falta de originalidad y de destrucción, es una película bien dirigida y que vale la pena
verla.
61. En qué estaría pensando el equipo de
efectos especiales para crear tal bicharraco
para esta película… No importa porque
menudas risas nos han proporcionado.
“The giant claw” intentó ser otra más de
esos grandes exitos de pelis de monstruos
gigantes de la época pero resultó ser un
fracaso y la principal razón fue por el aspecto
del pajarraco del film. (Como si hubiera salido
de un episodio de los dibujos de Popeye…)
62. El film se inicia con el avistamiento
de un pájaro gigante proveniente del
espacio exterior que se dispone a
destruir toda la vida de la Tierra; al
final se dirige a Nueva York.
El culpable del destino del film fue
sin duda su productor que para
ahorrarse un dineral encargó la
sección de efectos especiales a una
empresa de mexicanos donde crearon
a un pájaro que, la verdad, es
indescriptible; donde los cables que lo
sujetan son perfectamente visibles al
igual que los aviones que ataca que
son evidentes maquetillas…
Absolutamente descacharrantes los
gritos que pega el bicho, por cierto.
63. Respecto al resto del film, los actores cumplen bastante bien
aunque el ritmo no está demasiado bien llevado y las escenas con
diálogos se hacen muy, pero que muy pesadas. Resulta
divertidisimo ver las caras de espanto de los protagonistas al ver el
bicho cuando en verdad da de todo menos miedo, de hecho los
actores no pudieron ver que aspecto tenía el monstruo hasta el
estreno del film. Se cuenta la anécdota de que el protagonista
masculino fue a ver el film acompañado de sus familiares y tuvo
que abandonar el cine por la verguenza que sintió al ver que la
gente se partía de risa con cada aparición del pajaro gigante.
64. Para amantes de la serie Z
el film resultará de obligada
visión ya que cada aparición
del pájaro es una perla, a
destacar ese ataque a Nueva
York o escenas tronchantes
como el monstruo
llevandose un tren como si
de una ristra de chorizos se
tratase. Estos no son sólo
los mejores momentos del
film sino de los momentos
más cómicos que nos ha
dado la ciencia ficción.
Como film de ciencia ficción
es mala pero como comedia
no tiene precio.
66. Una esposa vengativa y celosa busca revancha con su
marido. Ella tiene un encuentro con un ser extraterrestre, a
partir del cual comienza a crecer hasta alcanzar elefantiásicas
proporciones e intentar destruir el bar en donde está su marido.
67. Poco tiempo después del celebrado estreno de “El Gigante Ataca”, de Bert I. Gordon (1957),
Nathan Juran, autor de la magnífica “Simbad y La Princesa”, abordó el tema de las
amplificaciones humanas. Claramente inspirada en el estilo de Bert I. Gordon, incluso contando
con su ayuda personal en el diseño de los efectos especiales, y partiendo de un guión de Mark
Hanna, coguionista de “El Gigante Ataca”, este film acabó convertido en una versión femenina de
la cinta de Gordon, aunque de resultados sensiblemente inferiores. Devenida a los pocos minutos
una tan delirante como involuntaria comedia, “Attack of the 50 Foot Woman” se abre con el
aterrizaje de un enorme alienígena calvo que abduce a Allison Hayes y modifica su composición
genética. Tras el encuentro, la chica comienza a crecer desproporcionalmente hasta alcanzar la
estatura que anuncia el título. Atenazada por una desesperación tan grande como su cuerpo,
motivada por los devaneos amorosos del crápula de su marido, la Hayes escapa en pos de su
cónyuge para vengarse de él.
68. Fascinante ejemplo de la ruda simpleza a la que podía llegar el cine barato de los
cincuenta, esta película es incapaz de resistir cualquier análisis medianamente serio.
Definitivamente despojada de todo aquello que hacía de “El Gigante Ataca” una aportación
interesante (la crítica parábola de la carrera nuclear desenfrenada), la película de Hertz se
conforma con una absurda (aunque nunca despreciable) aproximación a un imposible
prefeminismo militante, realizada de forma muy próxima a la chapuza y con algunas de las
líneas de diálogo más increíbles de la historia del cine.
69. En 1993 se “remakeó” en formato
telefilme, aunque se llegó a estrenar
en cines, con protagonismo de Daryl
Hannah.
71. Nueva versión de la novela de Conan Doyle, esta vez a cargo de
nuestro viejo conocido Irwin Allen, y que contó con la participación
de Willis O´Brien en los efectos especiales, aunque poco pudo
aportar, pues los productores se empeñaron en filmar lagartos
reales y ampliarlos en la imagen…
72.
73. En el reparto, además de los
conocidos Rennie y Rains, nos
encontramos con Jill St. John,
futura chica Bond, David
Hedison, el futuro capitán del
“Sirius” y Fernando Lamas, el ya
padre de Lorenzo (qué triste, que
te saquen en un pps y que tu
mérito sea ser el padre de…)