Este documento describe las características de una verdadera amistad y compara la amistad con Jesús. Define una amistad verdadera como buena, fiel y accesible. Explica que Jesús posee estas cualidades como el mejor amigo, aceptándonos incondicionalmente y estando siempre disponible para escucharnos.
1. LA AMISTAD
OBJETIVO:
Valorar y fomentar la amistad. Conocer las características de un verdadero amigo. Para tener amigos, hay
que ser amigo primero.
"Un amigo es un hermano que escogemos". A nuestra familia no se nos dio la oportunidad de escoger, pero
nosotros sí podemos escoger a nuestros amigos. ¿Se imaginan cómo sería la vida si no tuviéramos amigos?
sería triste.... nos sentiríamos solos... pues aunque contamos con el cariño y apoyo en nuestra casa,
necesitamos de compañeros de nuestra edad, que estén viviendo la misma realidad que nosotros.
Ser amigo es cosa de dos. La amistad es tender un puente entre dos. Cada quién tenderá su parte, su mitad.
Si acaso alguno de nosotros considera que no tiene amigos verdaderos, es conveniente que se pregunte si
tiene las cualidades que pide a sus amigos. Si da, para poder recibir.
Todos sabemos que hay distintos grados de amistad. Unos cuantos, son amigos verdaderos, otros, en
realidad son compañeros, o “amiguillos” y también puede haber los malos amigos.
¿Qué características tiene la amistad verdadera, que es la que nos interesa?
Hay tres cualidades básicas, que en realidad encierran a todas las que mencionamos:
• Que sea buena
• Que sea fiel
• Que sea accesible
BUENA: Un verdadero amigo busca siempre el bien de la otra persona. No la induce a hacer algo que la
dañe en su cuerpo o en su interior. Con un amigo verdadero nos divertimos sanamente. Compartimos lo
que sabemos y lo que tenemos. Siempre contamos con su abrazo, su sonrisa, su palabra de consuelo o su
crítica constructiva. Por tanto un amigo verdadero no nos invitará a drogarnos, a emborracharnos, a hacer
algo de lo que después nos remorderá la conciencia.
FIEL: ¿Qué quiere decir esto? Que contamos con ella incondicionalmente. Que no es nuestro amigo sólo
cuando las cosas van bien, sino aún cuando hayamos fallado. Con un amigo podemos llorar o reír, rezar,
cantar o divertirnos, hablar o estar callados. En una palabra, podemos ser nosotros mismos, sin disimulos,
sin tener que quedar bien.
Le podemos confiar lo que nos pasa, sabiendo que no nos va a juzgar. Nos escucha y nos comprende.
Posiblemente no apruebe y aplauda nuestra conducta, pero nos respeta y acepta. Jamás le cuenta a nadie lo
que le hemos confiado. Por eso nos tenemos tanta confianza, que podemos hablar libremente y
sinceramente de todo lo que nos pasa.
ACCESIBLE: Para que haya una verdadera amistad, necesitamos estar cerca uno del otro. Saber que está
disponible para nosotros, y que, si la necesitamos, la podemos ir a buscar, así sea a medianoche.
2. Si las circunstancias nos separan, hacernos presentes a través de una carta, una llamada, etc. Porque una
amistad es como un rosal, necesitamos cuidarlo, regarlo, etc. para que dé rosas. Si nos olvidamos de él y no
lo regamos, cuando lo volvamos a buscar, estará demasiado débil para volver a florear, si no es que ha
muerto ya. Si a un amigo o amiga lo vemos muy de vez en cuando, será difícil tenernos la confianza
suficiente como para descubrirnos ante ella como somos. Y así como a un rosal no lo podemos tapar para
que nadie lo vea, porque lo queremos solamente para nosotros, así tampoco a los amigos los podemos
sofocar con nuestros celos, queriendo que sean nuestros amigos, y de nadie más. Una amistad necesita
libertad.
No es fácil ser o encontrar amigos verdaderos, ¿verdad? Sin embargo, tener un buen amigo es el mejor
tesoro que podemos tener en la vida. Y no sólo las amigas o amigos de nuestra edad... papá, mamá, la
maestra, la hermana mayor... pueden ser amigos de verdad. Que podamos reír o llorar, rezar o cantar con
él. ¡Que podamos ser nosotros mismos... si así es, vivir juntos será mucho más hermoso!
ILUMINACIÓN CRISTIANA DE LA REALIDAD
¿Cuáles eran las tres características básicas de un verdadero amigo?
Ahora pensemos... ¿es Jesús nuestro amigo? ¿Posee Jesús estas características?
BUENO: Todo lo que Jesús nos enseñó y vivió, es bueno. Nunca nos pide algo que nos dañe o nos
degrade.
FIEL: Con Jesús, no tenemos que fingir. Nos podemos presentar tal como somos, con nuestras cualidades y
fallas. Así como aceptó a María Magdalena, a Pedro, a pesar de que lo negó tres veces, a los leprosos, a los
ciegos, etc. así nos acepta a nosotros. No siempre aplaudirá nuestra conducta, pero nunca nos rechaza. Él,
como amigo, quiere lo mejor para nosotros, y hasta dio su vida, con tal de dejarnos trazada una forma de
vida que nos hace realmente felices.
ACCESIBLE: ¡Jesús y nuestro Padre Dios, siempre están disponibles! La línea telefónica con ellos nunca
está ocupada... nos escuchan sin prisa... nos esperan con los brazos abiertos... jamás nos voltean la cara.
ACTUAR
Después de toda esta reflexión sobre la amistad, ¿qué quieres hacer tú? Si quieren, pueden terminar la
sesión cantando: "Amigo".