1. Nave Espacial
Una nave espacial es un vehículo
diseñado para funcionar más allá
de la superficie terrestre, en el
espacio exterior. Las naves
espaciales pueden ser robóticas o
bien estar tripuladas.
Cohete ruso Protón-K despegando
con el módulo Zvezda para la ISS
(Baikonur, 12 de julio de 2000).
Dado el escaso desarrollo real de
las naves espaciales, gran parte de
las ideas y desarrollos se
encuentran todavía en el ámbito
de la ciencia
ficción, especialmente en la
llamada ciencia ficción dura.
2. DISEÑO
• El diseño de naves espaciales
abarca tanto a las naves no
tripuladas o robóticas (satélites y
sondas) como a las tripuladas
(estaciones espaciales,
transbordadores y módulos).
• Todas las naves espaciales hasta la
fecha constan de dos partes:
• Cohete: sección impulsora,
compuesta por los motores y los
depósitos de combustible, cuya
misión es abandonar la atmósfera
terrestre.
• La nave en sí, que efectuará
propiamente el viaje por el
espacio, y que puede adoptar
cualquiera de las formas
anteriormente mencionadas.
3. Sistema de propulsión
• Los cohetes impulsores funcionan con combustible químico, ya sea sólido o
líquido, mientras que las naves pueden funcionar con motores
químicos, nucleares, iónicos o incluso mediante velas solares.
• Siendo por el momento la propulsión química la única con referentes en la
realidad práctica, debería suponerse más abundantes los ejemplos de su uso en la
ciencia ficción. Pudo ser así en la ciencia ficción más temprana, antes de
generalizarse el uso de la fisión atómica como fuente de energía. Cuando la
energía atómica se hizo una realidad, la soñadora mente de los escritores
abandonó al viejo cohete como medio de salir de la Tierra.
• Aun así se ha convertido en el emblema de toda una época y autores como Ray
Bradbury, en Crónicas marcianas (1950), lo asociaron a su obra de manera casi
indisoluble (si bien es posible que el tremendo calor del verano del cohete no
fuera producido por combustión).