La obediencia es un valor que implica escuchar y cumplir las indicaciones de los adultos como padres y profesores. Ser obediente significa colaborar ordenando los objetos personales, seguir las reglas, y aprender a obedecer cuando se explican las razones. La mejor forma de ser obediente es conocer las expectativas de los demás, las obligaciones, y recibir aprobación por cumplir con las responsabilidades.