El documento discute tres efectos negativos de la reducción de la capa de ozono sobre la salud humana, los ecosistemas acuáticos y terrestres: 1) aumento del cáncer de piel y reducción del sistema inmunológico en los humanos, 2) pérdida del fitoplancton que forma la base de las cadenas alimenticias acuáticas, y 3) cáncer de piel en animales, menor resistencia en plantas y problemas en la fotosíntesis en los ecosistemas terrestres.